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Cosas que nunca debes hacer en un restaurante
A todos nos gusta salir a comer o cenar, y a todos nos desagradan las experiencias negativas cuando vamos a un restaurante. Sin embargo, a veces seguir unas mínimas normas básicas nos ahorraría frustraciones. He aquí algunas recomendaciones sobre lo que nunca debes hacer en un restaurante.
Comerte lo que te echen Si algún plato tiene una falta grave, debemos superar la vergüenza y devolverlo a la cocina explicándole al camarero (con mucha educación) por qué. En el fondo, le estamos haciendo un favor al restaurante, para que así éste (poder) corregir el error y (mejorar) .
Pedir la carne muy hecha Según revelan algunos cocineros, los restaurantes destinan los peores trozos de carne a los clientes que la (pedir) muy hecha. Es mucho más fácil de camuflar una mala pieza si ésta se (servir) muy pasada, mientras que en las carnes al punto o sangrantes el engaño es más complicado.
Ignorar las temporadas Es probable que todos lo (hacer, nosotros) alguna vez, pero no existe vía más directa al fracaso que elegir un plato con ingredientes (sobre todo verduras y frutas) que no (ser) de temporada. Si se desconoce el calendario, lo mejor es preguntar si el ingrediente principal del plato (ser) fresco y local.
Rechazar ingredientes Si eliges un plato pero insistes en que el cocinero (eliminar) alguno de sus ingredientes, es más que posible que (destruir, tú) el equilibrio que él buscaba al preparar la receta.
Ignorar al camarero Gracias a sus indicaciones, consejos y amabilidad, los buenos camareros logran que la experiencia de comer fuera (ser) mucho más placentera. Por ello, (convenir) mantener una relación cordial con los que te están sirviendo.
Pedir pescado un lunes Los lunes no hay pescado fresco, por tanto, si lo pides, es muy probable que éste (ser) congelado o de hace días.
No mirar la cuenta Algunas personas consideran una vulgaridad que alguno de los comensales (comprobar) si la cuenta (estar) bien, pero con ello se arriesgan a pagar platos o bebidas que no han consumido. Un camarero demasiado ajetreado puede que (cometer) errores en el recuento. No se trata de ponerte a sumar como si (ser, tú) un contable, basta con asegurarte rápidamente de que la lista (ser) correcta.
