10.1 Concordancia general (1/3)

1. 

Cómo dejar de fumar
Dejar de fumar no es fácil, si bien, con el enfoque adecuado, es más que probable que (superar, tú) la adicción. Aquí te ofrecemos algunos consejos básicos. Es necesario que los (seguir, tú) para que la terapia (ser)  efectiva.

1. Busca apoyo. En el caso de que (proponerse, tú)  mejorar tu salud y abandonar el tabaco, es necesario que (buscar, tú) apoyo y (pedir, tú) consejo. Las personas cuyos amigos y familiares les echan una mano para que (dejar, ellos) de fumar tienen muchas más probabilidades de lograrlo. En caso de que no (querer, tú) contarles a tus padres o familiares que fumas, apóyate en aquellos que lo sepan y considera la posibilidad de pedir ayuda a alguien que (poder, él)  aconsejarte o que (gozar, él) de tu total confianza. Y, si tienes muchas dificultades para encontrar a personas que te (apoyar) (si, por ejemplo, todos tus amigos fuman y a ninguno le interesa dejarlo, tal vez te (ir) bien unirte a un grupo de apoyo, ya sea de forma presencial o conectado a Internet.

2. Ponlo por escrito. La gente que quiere hacer un cambio en su vida a menudo tiene más éxito cuando lo pone por escrito. De modo que es aconsejable que (anotar, tú) todos los motivos por los que deseas dejar el tabaco, sin que (olvidar, tú) ninguno, como el dinero que te ahorrarás o la resistencia que ganarás para hacer deporte.

3. Trata de distraerte. Cuando (sentir, tú) el deseo de fumar, piensa en otra cosa, ocúpate en alguna actividad o haz ejercicio.

2. 

Padres pobres: ¿hijos ricos?

La movilidad social es una cuestión clave a la hora de abordar la desigualdad La desigualdad de ingresos se ha convertido en una de las principales preocupaciones entre los ciudadanos. Una cuestión clave relacionada con esta es qué probabilidades tienen los hijos de padres con bajos ingresos de llegar hasta lo más alto de la escala social. ¿Deberían bastar un gran esfuerzo y una buena aptitud para que las personas (conseguir) elevarse socialmente? Si dividimos la población en cinco niveles de riqueza, una movilidad perfecta implica que, independientemente de la escala de ingresos a la que (pertenecer) los padres, un niño tiene un 20% de probabilidades de situarse en cualquier otra escala de ingresos en el futuro. Sin embargo, hay estudios que (mostrar) que este nivel de movidad no existe. Un documento de trabajo de la OCDE reveló que (existir) una relación entre el origen socioeconómico de los padres, los resultados educativos y el salario de sus hijos en todos los países para los que la organización (contar) con datos. Países como Reino Unido, Italia, Estados Unidos y Francia presentan una movilidad especialmente baja; en cambio, en Canadá, Finlandia, Noruega y Dinamarca, la movilidad es más elevada. Es decir, aquí la probabilidad de que un niño proveniente de una familia de nivel social bajo (llegar, él) a un nivel más alto es mucho mayor. ¿Por qué debería importarnos la movilidad social? En primer lugar, desde el punto de vista de los ciudadanos, parece injusto que el origen (influir) de forma determinante sobre las posibilidades de ascenso. En segundo lugar, desde el punto de vista de la sociedad, es evidente que una baja movilidad social (contribuir) al riesgo de que los individuos no (desarrollar) todo su potencial, dando lugar al desperdicio de talento. Por último, una movilidad social baja parece que (estar) relacionada con una mayor desigualdad global. ¿Cómo superar esta situación de injusticia? Varios estudios destacan que un país que (invertir) en educación, (contribuir) a aumentar significativamente la movilidad social de su población.