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Terapia para jóvenes ludópatas
“Me gasté en apuestas 130.000 euros de la indemnización de mi padre”
“Me gasté 70.000 euros dos meses; 4.000 en un solo día. En total, 130.000 euros”. Benito (nombre falso) no tenía ese dinero. Se trataba la indemnización laboral de su padre. Miles de euros y de años de trabajo que desaparecieron en los 90 minutos que dura un partido de fútbol. Benito tenía 24 años cuando hizo su primera apuesta; en aquella ocasión ganó y entonces se enganchó. Ahora, 26 años, acude dos veces semana una terapia de grupo los nuevos ludópatas: veinteañeros adictos las apuestas deportivas o póquer online. El más joven del grupo tiene 19 años.
Benito vivía solo en Zaragoza, donde estaba estudiando. Desde otra ciudad, sus padres frecuencia le llamaban. ' Yo mentía todo el tiempo. Decía que iba clase, pero en realidad, estaba todo el día apostando”. Benito fue aislándose poco a poco. Todo empezó a molestarle porque todo le distraía jugar. Solo pensaba apostar'. Su novia, preocupada, habló sus padres y les contó que les había cogido dinero de la indemnización. “Confesé. Me di cuenta lo que estaba haciendo y me sentí un desgraciado. Volví estudiar y me registré el Registro General de Interdicciones de Acceso al Juego (base de datos estatal que incluye aquellos que quieren que les prohíban seguir jugando forma presencial u online). Ese registro contaba el pasado 27 abril 33.756 nombres, el 75% hombres.